7. "Soñaré contigo"

Louis.

Un momento, ¿qué estaba haciendo? No podía, era mi mejor amiga.. "Louis, no lo niegues, te encanta" esa molesta vocecilla no dejaba en paz a mi cabeza. La verdad es que era cierto, me encantaba y me estaba poniendo a cien. Mi cabeza decía que la soltara, pero mi cuerpo y mi corazón lo contrario. Se separó de mi para besarme el cuello como yo había hecho antes. Me ponía muchísimo. Andé un poco hasta acorralarla contra la pared. Desabrochó un poco de mi camisa y comenzó a besarme el pecho.
- Noah... Esto no está bien.- susurré. Se separó de mi, me miró un momento a los ojos antes de salir corriendo. Grité su nombre, pero no me hizo caso. Traté de alcanzarla, pero no conseguía verla entre la multitud. Salí afuera, allí tampoco estaba. Me senté en un banco próximo y escondí la cara entre las manos. ¿Por qué se había ido así? Entendía que estuviera confusa, asustada o avergonzada, pero aún así podía haberse quedado conmigo. "Es culpa mía" pensé "Si hubiera parado antes nada de esto habría sucedido". Suspiré por decimoquinta vez en esa noche. "Mujeres. ¿Porqué serán tan complicadas? Pero aún así nos encantan".
Me levanté del banco. Quería ir a buscarla, a su casa, o a dónde quiera que fuera, pero sabía que no querría hablarme. Decidí marcharme para casa, era tardisimo, además ya no tenía ganas de fiesta. Cogí el coche y me fui para casa, más bien para cama. Había sido un día larguísimo, estaba agotado, nada más tirarme en cama ya me quedé profundamente dormido.

Alicia

- Tenemos que marcharnos.- susurró Niall en mi oído. Le miré decepcionada.
-¿Ya? Pero si aún es pronto...
- Son casi las cuatro, pequeña, ¿no te parece demasiada fiesta ya?- suspiré. Tenía razón. Ahora que me daba cuenta, estaba agotada. Asentí y le seguí hasta los demás. Montamos en el coche, Liam conduciendo, Zayn a su lado, y yo atrás entre Niall y Harry. Cerré los ojos. Tenía sueño, no me había dado cuenta hasta ahora pero si. Harry debió notarlo. Me agarró por la cintura y me hizo apoyar la cabeza en su hombro. Inspiré su colonia, era fuerte pero agradable. Cerré los ojos de nuevo, oyendo de fondo las voces de los chicos hablando.
- Despierta...- me estremecí. Abrí los ojos, Harry me estaba susurrando en el oído casi rozando con sus labios mi oreja, lo que me producía escalofríos. Ya habíamos llegado. Me levanté costosamente y me despedí de todos. En casa no se oía nada. En ese momento me di cuenta de una cosa. ¿Louis y Noah? ¿Cuándo se habían marchado? Bah, estarían en casa. Subí arriba, y antes de entrar en mi habitación pasé por la de Louis. Estaba durmiendo, de espaldas a mi. Ya más tranquila, esta vez si me metí en mi habitación, me puse el pijama y entré en cama. Estaba a punto de dormirme, cuando oí el móvil vibrar. Resoplé y lo cogí. ¿Qué clase de humano me envía mensajes a estas horas?
"Gran noche hoy... Que duermas bien, yo lo haré y soñaré contigo, espero que tú hagas lo mismo.. H"
Releí el mensaje una y otra vez. ¿Por qué era así conmigo? Me gustaba mucho, eso era lo que me asustaba... Y con esos detalles aumentaba más. Suspiré antes de acostarme de nuevo. Decidí no pensar en ello. No quería caer en sus redes. Intentaba pensar que sólo me ataría físicamente pero, para que negarlo, era más.

Rachel

Mi madre era estúpida. Mañana de año nuevo y ella me obligaba a ir al centro comercial a cambiar un regalo de mi hermano... Cogí la moto, tenía que conformarme con ella hasta que no me sacara el carnet. Llegué pronto al centro comercial, había un montón de gente, me agobiaba. Fui hasta la tienda casi arrastrada por los compradores, que corrían de un lugar a otro y empujaban a cualquiera. Cambié el regalo enseguida, quería salir de allí cuanto antes posible. Por no variar, me tropecé de frente con alguien y me caí al suelo, tirando mi bolso y el paquete.
- Joder, a ver si se tiene más cuidado... - me levanté y miré al extraño. Era un chico, con gafas de sol y gorro. Me sonaba, pero... Se me quedó mirando.
- Por lo menos esta vez no te he tirado el móvil y has salido corriendo.
- Niall.- dije riendo. Se quitó las gafas dejando ver sus ojos azules.-¿Por qué llevas gafas en un centro comercial?
- Tengo que esconderme, no sabes la cantidad de directioners que hay por aquí... ¿Tú qué hacías?
- Bueno.. Cambiar un regalo para mi hermano, mi madre se equivocó con la talla.
-¿Ya te vas?- me interrumpió.
- Supongo... A lo mejor voy a tomar un café, tengo ganas de quedarme aquí.- mentí. Lo único que quería era estar con él, quería conocerlo.
-¿Qué te parece si vamos juntos?- asentí- Perfecto, pero a otro sitio que conozco, aquí hay mucha gente. - nos introducimos entre la multitud hasta la puerta. Yo sólo le seguía. Caminamos un poco por las calles de Londres hasta llegar frente a un restaurante.
-¿Nando's?- pregunté riendo- Sólo son las doce, ¿ya quieres comer?- asintió y entró. Saludó al camarero, ya lo conocería. Reí para mis adentros. ¿Cuantas veces a la semana iría allí? Nos sentamos en una mesa del centro, no había mucha gente, normal, para la hora que era. Él pidió pollo y yo simplemente un café.
-¿En serio no quieres nada más?
-¿En serio te vas a comer un pollo a las doce de la mañana?- asintió y reímos. Trajeron el pedido pronto.
- Seguro que es por mi, como soy famoso me atienden antes.- dijo con aires de superioridad.
-¿No crees que es porque no hay casi nadie?
- Nah, que va.
- Oh, perdón señor cantante profesional.- me miró riendo. Tenía una risa preciosa.
Acabamos pronto de comer, bueno, más bien él. Salimos y nos quedamos frente a la puerta. Se rascó la cabeza, mirando para el cielo.
- Me gustaría quedarme más contigo, pero tenemos que ensayar unas canciones...- me miró disculpándose. Le sonreí.
- No pasa nada.. Además, yo también me tenía que marchar.
- Entonces, ¿volveremos a vernos, verdad?
- Claro...- me quedé en silencio. No sabía como despedirme, y al parecer él tampoco. Finalmente se acercó a mi y me besó en la mejilla.
- Ya nos veremos.
- Adiós.- susurré mirando como se marchaba. Volví a la realidad. Era casi la una, me echarían una bronca, pero había merecido la pena.

Noah

- Louis ha venido.- dijo mi madre al otro lado de la puerta de mi habitación. Me entró el pánico un momento. Si le decía que pasase, tendría que explicarle muchas cosas; pero si no, pensaría que no me importa y se enfadaría...
- Dile que suba.- respondí pausando la música. Deje los auriculares en el escritorio y me puse un poco de ropa decente. Bueno, más bien una sudadera y unos pantalones por encima de lo que ya llevaba. Intenté peinarme un poco, pero era imposible en esos momentos. Acabé justo cuando llamaba a la puerta.
- Pasa.- dije en bajo, pero lo suficiente como para que me oyera. Entró y me miró.
- Lo siento.- dijo tras unos minutos de silencio.
- No tienes que sentir nada, yo.. Fui una estúpida, y punto.
- Yo no quería hacerlo, lo sabes... Creo que me pasé un poco con el alcohol.
- Yo también, lo mejor será que lo olvidemos y sigamos como antes, ¿no?- me miró sorprendido.
-¿Acaso no recuerdas lo que me dijiste anoche?-
-¿De qué hablas?
- Creo que con el alcohol soltaste unas palabras de más...- pensé, pero no recordé nada. ¿Qué mierda le había dicho?

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Hola caracola! LO SIENTO MUCHÍSIMO. Se que no subo desde hace tres siglos, pero es que a mis profesores se les ha ocurrido la idea de su vida, ponernos un montón de exámenes sorpresa la misma semana... Llevo toda la se,Maná estudiando, así que comprenderíais que no tuve mucho tiempo, y que este capítulo caca no lo merece, pero bueno.. Aún así espero que os guste. Gracias, por leer, comentar, y aguantarme xD.
Besos!